Acción oceánica con justicia ecológica

México propone una política ambiental humanista para proteger mares, comunidades costeras y especies clave.

En la Tercera Conferencia de las Naciones Unidas sobre los Océanos (UNOC-3), celebrada en Niza, Francia, del 9 al 13 de junio, la secretaria mexicana de Medio Ambiente y Recursos Naturales, Alicia Bárcena, reiteró el compromiso del Gobierno de México con una política ambiental humanista centrada en la restauración ecológica y la justicia climática. Su participación se enmarca en un contexto global en el que los océanos enfrentan amenazas cada vez más graves derivadas del cambio climático, la sobreexplotación y la contaminación plástica.

Bárcena presentó ante la comunidad internacional las principales acciones que la administración de la presidenta Claudia Sheinbaum impulsará en materia de conservación marina y costera. En su discurso, enfatizó que el país busca un cambio estructural frente a un modelo extractivista que ha agotado los límites ecológicos. En respuesta, el gobierno federal ha lanzado una ambiciosa campaña de recuperación ambiental que incluye la reforestación de 100,000 hectáreas de bosques y selvas, así como 18,000 hectáreas de manglares, fundamentales para la captura de carbono y la protección costera.

Uno de los ejes prioritarios es la Política Nacional para la Conservación y Uso Sustentable de Mares, Costas e Islas Mexicanas, con la que ya se protege el 22% del territorio marino del país y se busca alcanzar el 30% durante esta administración. Esta estrategia abarca zonas críticas como el gran acuífero Maya y el Golfo de California, con un enfoque hacia una acuacultura regenerativa e innovadora, inspirada en proyectos exitosos.

La secretaria también destacó la lucha contra la pesca ilegal, la sobrepesca y la creación de zonas de refugio pesquero, elementos clave para generar "áreas de prosperidad marina". Asimismo, anunció el arranque de la Estrategia Nacional de Limpieza y Conservación de Playas y Costas 2025–2030, con la meta de eliminar el 100% del plástico en costas mexicanas. En México se generan alrededor de 15,000 toneladas de plástico al día, de las cuales el 80% termina en el mar, según cifras oficiales.

Otra de las problemáticas abordadas fue la del sargazo en el Caribe mexicano. Con casi 60,000 toneladas acumuladas en los últimos años, el Gobierno mexicano propone una planta de economía circular para su aprovechamiento, en colaboración con República Dominicana y otros países del Caribe.

Finalmente, Bárcena reiteró el respaldo de México al Tratado sobre la Conservación y el Uso Sostenible de la Biodiversidad Marina en Áreas Fuera de la Jurisdicción Nacional (BBNJ), actualmente en proceso de ratificación en el Senado. Este tratado representa un esfuerzo multilateral clave para la protección de la biodiversidad en alta mar.

La intervención de México en la UNOC-3 refleja un giro hacia políticas de restauración con enfoque de justicia ecológica, y la voluntad de convertirse en un actor relevante en la protección de los bienes comunes globales. En palabras de Bárcena: "No podemos seguir así, debemos actuar. La protección de los océanos es una responsabilidad compartida, urgente e ineludible".

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