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Con una misa presidida por monseñor Eduardo Cervantes Merino, obispo de Orizaba, la iglesia católica celebró el triunfo de la vida sobre la muerte con la Misa de Resurrección.
Previamente, se realizó una procesión que salió de la alameda central por la avenida Colón Poniente y después por Madero, hacia la catedral de San Miguel Arcángel, la cual estaba encabezada por el Cirio Pascual, el cual simboliza a Cristo Resucitado.
Entonando cantos de alabanza, monaguillos, el obispo y los feligreses recorrieron las calles hasta llegar a la parroquia para dar inicio a la Misa de Resurrección.
Durante su reflexión, el obispo llamó a los feligreses a vivir una fe activa que transforme la realidad cotidiana.
"Jesús nos anima a vivir en la construcción de un mundo más humano y fraterno construyendo la paz", apuntó.
Monseñor Cervantes Merino indicó que por un momento, los discípulos se asombraron al no ve a Jesús en la tumba, pero después entendieron lo que las Escrituras le decían.
Agregó que hoy se celebra con júbilo profundo el triunfo de la vida sobre la muerte, de Jesús que no puede ser retenido en el sepulcro y la piedra de éste se movió para que la Iglesia saga a anunciar el gozo de la resurrección.
Todas esas situaciones, apuntó, hablan de que se necesita que el Señor ayude a mover la piedra del sepulcro para salir a construir un mundo más humano y fraterno y no quedarse adentro con el dolor y la indiferencia.
Tras la conclusión, este domingo, del Triduo Pascual, inicia la Pascual, la cual se invita a vivir con gozo.