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Todas las quejas que se presentaron por parte de deportistas por el mal estado de la cancha Bicentenario, en el municipio de Tlilapan, dieron resultados. En el lugar iniciaron los trabajos de rehabilitación.
Desde el día viernes, pobladores comenzaron a ver actividad en las canchas de fútbol, espacio que por años ha sido punto de encuentro pero que desde noviembre del 2024 presentaban un notable deterioro.
La obra, a cargo del arquitecto Uziel González Pateiro, considera una renovación que incluye el reemplazo del césped sintético, reforzamiento del perímetro con mallas, mejoras en las protecciones y la colocación de cercado en el área de baños.
También se intervendrá el acceso principal y se realizarán adecuaciones en el frente de la cancha para habilitar un espacio destinado a la práctica de voleibol.
"Se busca no solo renovar, sino darle mayor funcionalidad a este espacio que es muy utilizado por jóvenes y familias", explicó González Pateiro, quien precisó que los trabajos podrían extenderse de ocho a 10 semanas, dependiendo de las condiciones del clima.
El deterioro del césped sintético, una de las principales razones de esta intervención, se debió, según el arquitecto, al uso inadecuado por parte de los usuarios.
"Durante las visitas técnicas se observó que muchos jugadores usaban calzado inapropiado, como tacos de fútbol, lo que fue desgastando rápidamente la superficie. Además, nunca se le dio mantenimiento ni se repuso el caucho, lo que aceleró aún más su daño", detalló.
Este antecedente ha llevado a los encargados a proponer que, una vez entregada la obra, se establezca un sistema de cuidado y mantenimiento preventivo, con un responsable designado por las autoridades municipales o por los usuarios.
"Es importante que se comprenda que la constructora, la afianzadora o el ayuntamiento no podrán asumir responsabilidades si vuelve a haber un uso indebido del lugar. El cuidado será clave para que esta inversión rinda frutos en el largo plazo", subrayó González Pateiro.
En años recientes, esta cancha ha sido una de las más concurridas por jóvenes de Tlilapan y municipios vecinos, al ser de las pocas con superficie sintética en la zona.
Su creciente popularidad no vino acompañada de un esquema de cuidado, lo que derivó en su desgaste prematuro y en constantes quejas de los usuarios por las malas condiciones del terreno de juego.