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En un análisis crítico sobre el reciente proceso de elección judicial, el abogado Carlos Gabriel Sánchez Ortiz expresó su preocupación ante lo que considera una peligrosa improvisación en la designación de jueces, magistrados y ministros.
Al participar en un espacio de análisis, Sánchez Ortiz cuestionó la legitimidad y la viabilidad de este nuevo modelo en el cual, por primera vez en México, se planteó que los ciudadanos elijan directamente a los operadores del sistema judicial.
"Todos vimos y supimos de la elección judicial, pero apenas un 11 o 12 por ciento de la población participó; eso quiere decir que más de 88 millones de mexicanos no votaron, lo cual es una señal clara de que esta no es una gran idea", afirmó.
Sánchez Ortiz subrayó que la democracia, si bien es una forma válida de participación ciudadana, no puede ser aplicada a todos los ámbitos, especialmente a uno tan técnico y especializado como la impartición de justicia.
"¿Qué preferimos? ¿Jueces con carrera judicial, con 10 o 20 años de experiencia o jueces elegidos por tómbola, que apenas conocen el sistema? La justicia no puede dejarse a una votación popular como si se tratara de un concurso".
El abogado advirtió que la implementación de esta medida traerá consigo una curva de aprendizaje costosa, cuyos efectos negativos podrían verse reflejados en los próximos años, afectando directamente a los ciudadanos que enfrenten procesos judiciales.
"Los procesos judiciales se miden en años, lo que vamos a ver dentro de tres años es si esto sirvió o no sirvió; lamentablemente, los errores los pagarán los ciudadanos", recalcó.
Carlos Gabriel Sánchez Ortiz alertó sobre un posible aumento en los casos de justicia por mano propia ante la falta de confianza en las instituciones judiciales; según dijo, la deslegitimación sistemática del Poder Judicial ha provocado un deterioro preocupante en el estado de derecho.
"Estamos viendo a la gente salir a tomar carreteras, exigir justicia directa, eso es lo que logra destruir las instituciones: que los ciudadanos hagan justicia por su propia cuenta, y eso es peligrosísimo para Veracruz y para México", puntualizó.
Finalmente, el abogado hizo un llamado a la reflexión sobre este modelo: "La Organización de Estados Americanos (OEA) ya se pronunció: ´No sigan el ejemplo de México´. Estamos haciendo el ridículo a nivel internacional, Dios quiera y podamos evitar una catástrofe jurídica".