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El Senador Manuel Huerta Ladrón de Guevara reiteró que la política exterior de México debe seguir guiándose por los principios de respeto, cooperación y derechos humanos, consagrados en la Constitución y en la doctrina diplomática mexicana.
El senador se refirió a la creciente presión migratoria en la región y los acontecimientos recientes en Los Ángeles, California.
"El contexto actual nos obliga a reafirmar una postura clara: migrar no es un delito, es un derecho humano", acentuó.
Manuel Huerta destacó que el Senado de la República tiene la responsabilidad de velar por que la política exterior se apegue a los principios históricos de no intervención, autodeterminación de los pueblos y solución pacífica de las controversias, pero también debe abrir la discusión sobre los impactos humanos y sociales de los acuerdos bilaterales en materia migratoria.
En este contexto, también reconoció que es necesario atender el fenómeno migratorio desde un enfoque regional más justo, basado en la cooperación para el desarrollo.
"Esa es la ruta: fortalecer el diálogo entre iguales, no la subordinación a políticas de contención", apuntó.
Manuel Huerta afirmó que el Senado seguirá impulsando una agenda de respeto a los derechos de las personas en movilidad, tanto migrantes en tránsito como mexicanas y mexicanos en retorno.
"La esperanza no puede ser criminalizada. México debe ser faro de dignidad y ejemplo regional de cómo se puede gobernar desde la humanidad."