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La llegada de la temporada de lluvias puede significar un respiro para muchas comunidades del país que enfrentan escasez de agua en estos momentos, pero también es un periodo de cuidado por los efectos adversos que puede tener, como inundaciones, deslaves o enfermedades transmitidas por agua contaminada.
Un factor de alerta adicional es que fenómenos como La Niña pueden modificar los patrones de precipitación, haciendo que algunas regiones enfrenten lluvias más intensas de lo habitual.
Como recordatorio, según la plataforma Meteored, estados como Veracruz, Tabasco, Guerrero, Michoacán, Jalisco y Nayarit registrarán en mayo precipitaciones muy por encima del promedio histórico. Mientras tanto, zonas del centro y norte del país podrían experimentar un inicio más seco, con un repunte de lluvias hacia junio.
De acuerdo con el Servicio Meteorológico Nacional (SMN), el ciclo se extenderá de mayo a noviembre, lo que equivale a un periodo de aproximadamente seis meses. El 15 de mayo marca el fin oficial de los frentes fríos y da inicio a la etapa de lluvias y huracanes, especialmente en la zona del Pacífico.
Aún persiste el recuerdo de un 2024 marcado por la sequía, por lo que quizá para muchos sea una buena noticia el que los próximos meses puedan presentar precipitaciones intensas; sin embargo, no hay que dejar de atender las indicaciones oficiales de instituciones como Protección Civil.
Además de preparar impermeables y paraguas, las autoridades instan a tomar medidas preventivas, como evitar transitar en zonas inundadas, limpiar coladeras y estar alerta ante señales de deslizamiento en zonas de barranca o ladera.